Anuario de las Cofradías

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El Santo Entierro Magno

 

        En este segundo lustro del Siglo XX, destacó por encima de cualquier acontecimiento cultual el desfile procesional Magno, que organizó el, ya citado en numerosas ocasiones, máximo exponente de la religiosidad popular del momento, y defensor de las tradiciones de nuestra ciudad, Don Cayetano del Toro, ejemplo de cofrade arraigado a la Semana Mayor de Cádiz y propulsor de las Hermandades de la capital, en una época muy complicada para el desarrollo de las corporaciones cofradieras.

        En 1906 fueron cuatro las hermandades, a las que se agregaban, como era costumbre en aquella época distintos titulares de otras hermandades, como fue la corporación de la Vera-Cruz, que sacaba a los pies del crucificado imágenes que conformaban el misterio de Calvario, y María Santísima de la Soledad, icona que lucía gran cantidad de joyas y alhajas en su salida procesional. También el Miércoles Santo efectuaba su salida de la Iglesia de San Agustín el Titular de la Humildad y Paciencia, acompañado en un segundo paso por el Señor del Prendimiento del Convento de la Candelaria.

        El Jueves Santo fueron las cofradías de la Buena Muerte y Nuestro Padre Jesús Nazareno las que procesionaban por la ciudad. Ese mismo año la cofradía del Señor de Cádiz estrenaba un nuevo manto realizado en los talleres que Doña Concepción Dorado dirigía en su propia casa, pieza que se concluyó dos años después y que lució en la tarde noche del Jueves Santo.

        Para el siguiente día, la Junta de Procesiones organizó la procesión del Santo Entierro Magno – lo denominamos así ya que fue la Hermandad del Santo Entierro la que abría y cerraba el Cortejo, agregándose a la misma los pasos de las distintas Hermandades-, en la que participaron un total de once pasos. El cronista relata en el rotativo gaditano la composición del Magno Cortejo: " además de los penitentes con sus túnicas, figuraban en la procesión los Profetas Mayores, Virtudes Teologales, la Mujer Verónica, representada por una digna muchacha –en algunos de nuestros pueblos se mantienen aún las figuras alegóricas- coros de ángeles, estandartes, insignias, porta cirios y turíbulos – otro elemento que procesiona hoy día en otras localidades, y que fue desechado de los cortejos cofradieros gaditanos-. Acompañan las bandas de las Columnas infantiles de Cádiz y Puerto Real con sus correspondientes bandas de tambores y cornetas que caminan separadamente, bandas de música del Hospicio y la de profesores particulares en traje de penitencia.      

        Los pasos que componían el cortejo eran los del Calvario, Prendimiento, Ecce-Homo, Nazareno, Afligidos, Humildad y Paciencia, Buena Muerte, Descendimiento, las Angustias, la Sagrada Urna y la Virgen de la Soledad. "Cerraba la procesión un piquete del Regimiento de Pavía con Banda de cornetas, que en la plaza de San Juan de Dios fue relevado con otro piquete del Regimiento de Álava, también con Banda.

      En 1907 se celebró igualmente la Procesión Magna donde fueron nueve los pasos que acompañaron a la Cofradía del Santo Entierro: Prendimiento, Columna, Ecce-Homo, Afligidos, Vera-Cruz, Descendimiento, la Virgen de las Angustias, la Urna con el Señor Yacente y Nuestra Señora dela Soledad- no pudo participar en la misma la cofradía del Nazareno por haberse recogido a las dos de la madrugada . "Al Nazareno estuvieron cantándoles saetas la veintiocho presas de la cárcel y ello impidió que la cofradía se recogiera a la hora prevista".  

Stmo. Cristo de la Humildad y Paciencia
Archivo personal Jesús Sánchez Pavón

        Otro de los logros que alcanzó la Junta de Procesiones fue la creación de un reglamento para mantener el orden y la compostura de los desfiles procesionales. Extraemos algunas de las normas publicadas en su día por " Diario de Cádiz": "todo penitente que se encuentre en la vía pública fuera de fila, lleve el capuz levantado, fume, hable con el público, gaste bromas o por cualquier medio perturbe el buen orden de la procesión y de la devoción y recogimiento de los demás, en el acto será despojado por los agentes de la autoridad del hábito que vista, a cuyo efecto se darán las órdenes oportunas"; destacamos esta otra: "los oficiales-celadores – término también extinguido, pero que consideramos más apropiado que el popular "hermano varilla"- cuidarán bajo su responsabilidad el cumplimiento de las normas por parte de los penitentes y que éstos ni por un momento se levanten el capuz".

        Ya no sería hasta 1909 cuando se volvería a celebrar la Procesión Magna, cortejo que se compuso con los pasos del Señor de la Columna, Ecce-Homo, Nazareno, Buena Muerte, Descendimiento, Virgen del Mayor Dolor, la Urna del Santo Entierro y la Virgen de la Soledad.

        En una próxima entrega, desgranaremos con la ayuda de la Hemeroteca gaditana los pormenores que condujeron al importante declive de las corporaciones penitenciales en un periodo tan difícil como fue la segunda década del siglo XX.

 


 

Bibliografía:

Hemeroteca "DIARIO DE CÁDIZ".

Datos sobre la Muy Ilustre, Antigua y Venerable Cofradía de la Vera-Cruz. Álvaro Picardo y Gómez. 1946. Imprenta Repeto.

‘Historia de la Venerable, Real y Militar Cofradía de Penitencia del Stmo. Cristo de la Piedad y María Stma. de las Lágrimas de la Ciudad de Cádiz’. Serafín Pro y Ruíz. 1951.

Revista ‘Estandarte’, varios números.

Semana Santa en las Diócesis de Cádiz y Jerez. Enrique Hormigo y J. M. Sánchez Peña. 1988. Ediciones Gemisa. Volumen I.

El Nazareno de Santa María. Cuatro Siglos de Arte en Cádiz. Lorenzo Alonso de la Sierra Fernández. Unicaja. 1991.

La Real Cofradía de Mª Stma. de la Soledad y Entierro de Cristo, fundada en la ciudad de Cádiz. Noticia Histórico-Artística (Siglos XVI al XX). Ángel Mozo Polo. 1993. Artes Gráficas Padura.

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