Jesús García Pérez
Es una obviedad que a estas alturas, la carrera oficial de la Semana Santa en Cádiz, necesita de una profunda revisión o renovación, puesto que al igual que la propia sociedad, las hermandades y cofradías evolucionan y con ella la propia celebración. La actual carrera oficial se ha quedado completamente obsoleta y ofrece en toda su extensión una serie de problemas que se repiten año tras año y a los cuales, hasta el momento, ninguna comisión permanente del Consejo de Hermandades ha sabido dar respuesta y solución, escurriendo o aparcando el problema o achacándolo al inmovilismo de las propias cofradías, habiéndose creado múltiples comisiones de trabajo que han dado poco o ningún fruto.
Como cofrade que realiza estación de penitencia en su hermandad pero también como espectador, he sufrido los problemas que acarrea el mantener, casi por la fuerza, el actual recorrido, por lo que desde mi posición individual, lanzo la siguiente propuesta.
La variación en recorridos no sería excesiva, ni en horarios, pero sí agilizaría el discurrir de los cortejos procesionales al suprimir, en el acceso a la Catedral, el cruce de aquellas hermandades que llegan desde la calle Compañía y acortar el recorrido de un buen número de ellas al concluir en la plaza del Palillero.
Propongo una carrera oficial que dé comienzo en la plaza de San Juan de Dios, entre las confluencias con la calle San Antonio Abad (lateral del edificio consistorial) y la calle Pelota, colocando en el vértice que las une con el edificio Amaya el palquillo de toma de hora en el cual las hermandades iniciarían el recorrido, acompañado -según la disponibilidad en el espacio teniendo en cuenta las normativas municipales respecto a las terrazas de varios establecimientos hosteleros- de palcos o en su defecto, sillas.
La carrera oficial continuaría por la calle Pelota pero al entrar en la plaza de Pío XII el actual pasillo se dirigiría hacia el centro de la plaza y disminuiría considerablemente su anchura con respecto al actual, siendo de esta manera que la rampa (en forma de L) iría orientada hacia la calle Pelota, con lo cual los cortejos comenzarían la subida sin dar la vuelta, vuelta la cual se produciría a mitad de la propia rampa, que al tener forma de ángulo recto, dejaría a las cofradías directamente en el interior de la Santa y Apostólica Iglesia Catedral para realizar su estación de penitencia. Dicha rampa, así como la calle central, estarían rodeadas de palcos a dos alturas.
De igual forma podrían ubicarse palcos a dos alturas en la otra zona de la plaza, la calle que conduciría a las hermandades desde la calle Arquitecto Acero hasta la confluencia con la calle Compañía, disminuyendo de igual manera la anchura del mismo por entender que en la actualidad, ese exceso desluce y descompone los cortejos además de ser innecesario.
Entre ambas zonas de palcos (rampa y zona ubicada frente al templo de Santiago) se ubicaría una denominada área de servicios. Propongo que sea el punto central desde el cual las autoridades coordinen y controlen el dispositivo de seguridad puesto en marcha durante cada Semana Santa. Al estar la zona completamente cerrada al público, sería idóneo ubicar un hospital de campaña o, en su defecto, un servicio de urgencias, así como de Policía Local y Protección Civil. De igual manera podrían ubicarse una serie de W. C. públicos, así como "aparcamiento" para carritos de bebé y de aquellos vehículos que usen las personas que sufran algún tipo de discapacidad física.
El siguiente cambio o modificación vendría en la plaza de la Candelaria ya que las cofradías discurrirían por el lado contrario al habitual, más amplio y con menos recovecos que el actual al consistir en dos líneas rectas a pesar de la dificultad que entraña la salida del túnel de la calle Santiago y la vuelta de esquina existente que se antoja algo cerrada; pero entendiendo que la reforma de la plaza está concluida en ese tramo, se ganaría en anchura para los cortejos y para la instalación de sillas, pudiendo incluir vallas corporativas que corten el paso de niños pequeños y el habitual revuelo que se forma en dicho tramo del recorrido con las molestias que ocasiona a los hermanos que procesionan vistiendo el hábito.
En el centro de la plaza del Palillero, aproximadamente a la altura de Bershka, se daría por concluida la carrera oficial, habiendo opciones de ubicar la tribuna oficial de autoridades en ese mismo lugar despidiendo a las cofradías o bien delante del edificio de la Fundación Municipal de la Mujer.
De esta manera, la salida de las hermandades podría hacerse hacia la calle Columela o hacia Novena, calle que tomarían aquellas hermandades que, de manera natural, la necesiten para llegar a sus templos o aquellas que, por su idiosincrasia o el motivo que sea, la tomen, eximiendo de la obligación de subirla a un buen número de cofradías no se sienten cómodas en una calle de estas características. Las que sí lo hagan tienen la opción de tomarla al completa, girar hacia Valverde, hacia Barrié, hacia San Miguel o tomarla al completo y continuar por la calle Ancha.
Aunque uno de los principales puntos a tener en cuenta es la entrada a la carrera oficial y su forma de acceso. Entendiendo que un buen número de cofradías ya realizan ese itinerario de camino a la Santa Iglesia Catedral o de que otras, apenas tendrían que variar su tránsito por Cristóbal Colón para llegar hasta la plaza de San Juan de Dios, a otras sí les podría afectar.
Es el caso de las hermandades que tienen su sede en la parroquia de San Lorenzo, en la de la Palma o la Castrense del Santo Ángel Custodio, aunque en este última, la más que probable ubicación de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración en la Iglesia Conventual de Santa María, para realizar su salida, durante un período que abarcaría los próximos tres años, como mínimo, facilita las cosas en principio.
De tal manera únicamente tendríamos cuatro corporaciones, las tres de la Parroquia de San Lorenzo (teniendo en cuenta que la Fraternidad Servita es actualmente hermandad de vísperas) y la archicofradía de la Palma.
La solución que planteo es la siguiente: para no hacer excesivamente largos los recorridos de estas hermandades planteo dos alternativas.
La primera sería la de salir al Campo del Sur y entrar por la calle Cristo del Perdón para acceder al barrio del Pópulo e iniciar la carrera oficial desde la calle San Antonio Abad (fórmula usada este año por la Hermandad de Jesús Despojado) o bien directamente hasta la calle San Juan de Dios.
La segunda opción sería que las hermandades realizaran su recorrido natural hasta la plaza de las Flores y una vez allí girasen a la altura del edificio de Correos y Telégrafos para tomar las calles Barrié, Valverde y posteriormente y según las dimensiones de los pasos u otro factor:
• Tomar José del Toro, Cardenal Zapata, plaza de San Agustín, San Francisco, Nueva, plaza de San Juan de Dios.
• Seguir un tramo más y tomar Cánovas del Castillo, Columela, San Francisco, Nueva, plaza de San Juan de Dios (o bien Rosario, plaza de San Agustín, San Francisco, Nueva, plaza de San Juan de Dios)
• Hacer la calle Valverde entera y bajar por Beato Diego José de Cádiz, Rosario/San Francisco, Nueva, plaza de San Juan de Dios.
Todas estas opciones quedarían a criterio de la propia cofradía, lo expuesto aquí es apenas un planteamiento orientativo para facilitar a las hermandades o dar una idea acerca del recorrido a tomar en su ida a la carrera oficial.
La solución a la cofradía de la Piedad sería la de tomar Arquitecto Acero, Campo del Sur y bajar por el barrio del Pópulo o bien la calle San Juan de Dios. ídem para la congregación de Ecce-Mater-Tua en el hipotético caso de que algún día se uniese a las estaciones de penitencia a la Catedral, y así mismo para alguna hipotética hermandad, reorganizada o de nueva creación que pudiera incoporarse a la nómina de nuestra Semana Santa, que podría adaptarse a cualquiera de las alternativas.
Con respecto a una muy posible variación en los horarios, ésta quedará a criterio de la hermandad en lo que atañe a las salidas y entradas en sus templos ya que la hora de entrada en carrera oficial de los cortejos no variaría en exceso, pues pienso que con que la primera cofradía de cada jornada plante su cruz de guía en el palquillo de la plaza de San Juan de Dios alrededor de 35 ó 40 minutos antes de lo que lo hace actualmente en la puerta principal de la Catedral, bastaría.
|