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ARTÍCULOS DE CÁDIZ COFRADE 

 
 

 Análisis de la nueva Carrera Oficial. Posibles soluciones.

   Numerosos debates se han generado estos días acerca de la nueva configuración de la Carrera Oficial, la mayoría destacando sus contras, pero de la que sin duda, se pueden sacar conclusiones positivas de cara a un nuevo encuadre del recorrido oficial de las cofradías, en la que corregir errores propios de una prueba o experimento y no termine, como en la otra ocasión, en saco roto.

Como tenemos disposición por parte de Cofradías y Consejo, por fin, después de mucho tiempo de inmovilismo y conformismo, valoremos tramo a tramo el nuevo callejero  en el que se deben sentar las bases de la esperemos sea, y pronto, definitiva Carrera Oficial:

Nueva. La idea de encajar esta vía en el callejero oficial se contempla como positiva, puesto que se antoja como calle amplia y cómoda para las cofradías y espectadores y los efectos de frío y viento se minimizan, aspecto éste que el público que adquiere una silla sopesa. Como aspecto negativo, el que la atraviesen por dos veces muchas cofradías, perdiéndose así  el encanto o la posibilidad de buscar nuevas alternativas, y se genere el efecto ‘pescadilla’ una vez han pasado todas por esta calle, la primera lo vuelva a hacer y además de forma inmediata. Esto pudimos comprobarlo el Martes y el Miércoles Santo.

   

Plaza de San Juan de Dios. Entendemos que el paso de todas las hermandades por delante del Consistorio le da prestancia a la Carrera. Abrir a la ciudad lugares donde poder ver cofradías cómodamente se agradece. Para empezar, las barreras que se rescataron de la calle Ancha, que crean la calle por donde pasan las cofradías, tenían espacios abiertos entre ellas, lo que posibilitaban a los niños corretear –e incordiar, porque no decirlo- a su antojo entre los cortejos, con el consentimiento, además, de los padres. Esto se podría haber evitado. Habría que valorar la posibilidad de colocar frente al Ayuntamiento el palco de autoridades, suprimiendo así el que ocupan en el Palillero, antiestético e innecesariamente descomunal. Y, sin dudarlo, reubicar los puestos ambulantes en algún punto donde su situación fuese más discreta, si queremos mejorar la estética de la Carrera; no es propio tener ‘El Paponazo’ a la entrada de la misma. Evidentemente, huelga decir que lo ideal sería montar palcos en dos alturas y no las feas vallas de obra que cualquiera quitaba para pasar o incluso sentarse sin abonar el pago de la silla. Si bien la venta de sillas en esta plaza no ha sido la que se esperaba, estamos seguros que unos palcos de seis u ocho sillas tendrían un éxito garantizado, la Catedral es el ejemplo más claro. Evitar los cruces de cofradías se antoja la asignatura más complicada de todas las que han surgido para este Consejo, a la que propondremos posibles soluciones más adelante.

Pelota. Idem que Nueva, calle a refugio de vientos desagradables, y que hace perfectamente la función de conectar la Plaza de San Juan de Dios y la de la Catedral. Con sus sillas bien dispuestas, en principio no necesita más aditamentos.

Plaza de la Catedral. Aquí pocas modificaciones se han visto. Se podrían estrechar las vías de paso y con ello, aparte de mejorar la estética, ganar espacio para poder ubicar más palcos, que comprobamos visualmente que es posible. Arquitecto Acero todavía es potencialmente mejorable. Cerrar el pasillo con continuación y ampliación de palcos y sillas podría ser la solución.

En resumidas cuentas, nos parece insuficiente la modificación realizada por el Consejo de Hermandades para mejorar la Carrera Oficial para esta Semana Mayor, aunque se podría aprovechar este ensayo para rematar el proyecto con algunas opciones que formulamos a continuación:

OPCION A: Comenzar más atrás, en los últimos metros de la Plaza de San Agustín y primeros del último tramo de San Francisco, en un plan que ya el actual Hermano Mayor de Oración en el Huerto, Ignacio Robles, propuso en este portal, para dar la posibilidad de entrada de cofradías bien por Ramón y Cajal, Rubio y Díaz, San Francisco, Cardenal Zapata o Rosario para incorporarse a San Agustín. Es evidente que el mayor problema que tiene ahora mismo la configuración de nuestra Semana Santa es el callejero. Acabar con el carrusel de cofradías por una misma calle debe ser la gran prioridad de Juntas de Gobierno y Consejo. Por supuesto, el hecho de iniciar en San Agustín contemplaría la anulación de la carrera desde Santiago hasta el Palillero, finalizando en Arquitecto Acero, para dar la posibilidad de regreso por diversas vías (la propia Arquitecto Acero, Santiago, Compañía, Cobos, volver por Pelota…) Se abrirían varias alternativas, y se evitarían repetir calles que ya han sido transitadas por ser Carrera Oficial, y así recortar bastantes metros para aquellas que vienen desde Extramuros, así como las de la Viña, San Lorenzo, Mentidero, etc. Evidentemente, los palcos perdidos en Palillero se reubicarían en San Juan de Dios y San Agustín, y sillas habría más que de sobra en el resto de la Carrera. Es posible que se pudieran perder algunas, pero no olvidemos nunca que las cofradías no salen a hacer caja, sino a efectuar Protestación Pública de Fe. No obstante, este impacto se minimizaría si se colocaran más palcos, los ingresos subirían con total seguridad, puesto que su venta estaría garantizada como ya puntualizamos anteriormente.

OPCION B: El Plan A pero a la inversa. Entrar primero en la Catedral, llegando por el camino más corto, hacer la Carrera hasta San Agustín, y regresar a los respectivos templos por las vías que las cofradías crean más oportunas. Evitaría como en el Plan Robles repetir calles del itinerario, y cada una ya diseñaría su recorrido alternando calles en los regresos de unas y otras para impedir las acampadas familiares, cual picnic dominguero en el Rio San Pedro. Opciones habría (Cobos, Arquitecto Acero, Pelota, Compañía) y una vez tomadas cualquiera de estas alternativas los regresos no tendrían que ser continuados, para evitar campamentos ordinarios.

OPCION C: La Carrera Oficial de los últimos años pero a la inversa, e incluso ampliada hasta San Antonio. Muchos lloran la pérdida de una calle tan señera como Ancha para el paso de cofradías, pero casi todos estamos de acuerdo que la única manera de recuperarla es entrando primero desde San José o San Antonio, que da lugar a numerosas disyuntivas, y terminar en la Catedral para que cada una emprenda el regreso por el camino más corto a su templo. Se probó hace unos años con el Domingo de Ramos, y aunque oficialmente no fue del agrado de algunos de los dirigentes de Juntas de Gobierno de entonces, numerosos cofrades de esa jornada valoraron positivamente el cambio, reconociendo que se había hecho más dinámico el recorrido del itinerario dispuesto. Este plan se contempla harto complicado. Habría que empezar a trabajar desde ya para ajustar nuevos horarios puesto que la entrada desde San Antonio o Ancha obligaría a muchas de las hermandades a adelantar sus respectivas salidas para alcanzar esta vía en horas tempranas. Probablemente, las hermandades de extramuros sean las primeras en levantar la voz aludiendo la larga distancia que hay entre sus sedes canónicas y Ancha, olvidando que las del otro extremo se encuentran con el mismo escenario empezando en Nueva.

Podríamos desplegar más opciones (por Canalejas y seguir hasta Catedral como ya se había propuesto hace unos años, volver de nuevo a la que  hemos tenido vigente hasta el pasado año, e incluso alargar el Plan Robles e iniciar San Francisco arriba, a la altura de Columela) pero nos parecen casi inabarcables, y confiamos en no regresar a la anterior, sería una clara contradicción del propio Consejo y de las Hermandades, y llevaría al fracaso más absoluto de todos.

Sea cual fuere el desenlace que Cofradías y Consejo lleven a efecto en los próximos meses, invitamos a ambas partes a continuar trabajando en pos de la mejora de nuestra Semana Santa, que, aún con sombras, tiene en sus cofrades que trabajan a lo largo del año y a sus benditos Titulares lo más importante, lo que da sentido al milagro que se produce en nuestra ciudad cada primavera.

 

Jesús Sánchez Pavón. Abril de 2018.

 

 
 

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