Desde
muy temprano (yo diría que desde la madrugada)
los hermanos de esta querida hermandad acotan la
playa de “La Caleta”, enfrían los refrescos,
los zumos, las frutas, (que no me explico de dónde
sale tanta fruta, pues de entre todas las
Hermandades que vamos a pasar el día allí somos
más de 400 personas) todo les parece poco, sobre
todo el cariño que nos demuestran. Estoy segura
que cuando estos niños regresen a su país y
alguien les pregunten si han visto el mar, la
primera imagen que les vendrán a su mente será
la playa de “La Caleta”.
En el
tiempo que estamos allí se respira Hermandad,
ellos son el tesoro más bonito que tiene Cádiz,
hacen que te sientas como si hubieras nacido allí.
Si tenéis oportunidad id a conocer ese Cádiz que
no viene en las guías turísticas porque su
grandeza está en el corazón de estos hermanos.
Entre
el mar, las frutas y la hospitalidad de esta
tierra, bielorrusos disfrutan de muchas cosas que
no tienen en su país. Desde estas líneas
gracias, gracias, siempre muchas gracias. Boletín
'Muñidor' Nº 69. Hermandad de la Sagrada
Mortaja. Sevilla. Septiembre de
2011. Fotografía: Jesús Sánchez Pavón. |