Artículos: la opinión de los cofrades

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La Luz de la tarde


 

Hoy ha salido el sol después de unos días lluviosos y tristes. Salimos de una taberna del casco antiguo después de tapear; ya apetece darse una vueltesita por estas calles de nuestra ciudad trimilenaria, por donde todavía se escuchan ecos de los tangos y pasodobles del enemigo de la Cuaresma.

 

         Mientras paseamos me fijo en los viejos muros de esta antigua ciudad y me da la impresión que son distintos; cuando veníamos al centro esta mañana, ya me pareció notar algo extraño, pero no me daba cuenta. Ahora sí, ahora lo veo claro... la luz de la tarde avisa que la cuenta atrás ha entrado en su fase final; ya no hace falta mirar esas ruedas de cartón con números del calendario, que girábamos con tristeza al principio y que poco a poco nos han ido creando ilusión e inquietud por la llegada de “nuestros días”. No, ya no hace falta mirarlos, la luz de la tarde se encarga de consumir las horas de oscuridad que anuncian una nueva estación del año.

       Esa luz de la tarde muestra las calles diferentes, se perciben colores más intensos, hay otra claridad en la ciudad; la luz de la tarde abre el baúl de los recuerdos, recuerdos desgranados en continuas charlas, a veces de madrugada, apoyados en la esquina de una calle solitaria; en un bar con los amigos, o simplemente tomando unas copas en una azotea disfrutando del fresquito de una noche de verano.

Esa Luz de la tarde acompañada de un olor peculiar, q sin ser todavía azahar, sirve de señal inequívoca q llega la semana Mayor. El reflejo de esa luz en cada una de las fachadas encienden en mi alma la añoranza de momentos vividos y luego olvidados durante un tiempo; pero de nuevo se refleja en mi mente aquellas imágenes, anunciando la llegada de nuevas sensaciones, sentimientos y olores... Sensaciones como encontrarme al doblar una esquina la cruz de guía de una hermandad q acaba de salir de su iglesia; el sentimiento de alegría cuando suenan las campanas del carmen el domingo de ramos a las tres de la tarde; el olor a cera cuando la noche se apodera de la ciudad, el incienso q anuncia la llegada inminente del paso o el olor perfumado de un palio repleto de flores.

Cádiz es Luz, luz q despierta nuestra bendita tierra de su letargo invernal. Andalucía se llena de vida al sonar los primeros tambores en la presentación de un cartel de Semana santa. La luz de la tarde se alarga para darnos vida durante varios meses viviendo intensamente cada momento, exaltando la forma de vivir de los q, gracias a dios, vivimos en esta tierra. La semana santa llama a la puerta de nuestro corazón y nos preparamos para recibir a cristo de la forma q entendemos la fe y sobre todo la devoción por la Virgen maria. Ya llega, alegrémonos todos, saquemos nuestras mejores galas, preparemos nuestros hábitos, y cojamos fuerzas para vivir y sentir cada momento de esta época del año tan esperada, llega la semana santa.

 

Francisco Javier Salido Santos-Meni (Marzo 2005)

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