La
Imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia
A lo largo de la historia de la Semana Santa
gaditana se han producido hechos y sucesos que han
marcado el devenir de muchas de nuestras cofradías.
Probablemente muchos de éstos han tenido que ver
con la sustitución de las imágenes, o la
restauraciones efectuadas en las mismas. Algunas, de
manera conveniente y oportuna, y, otras,
desgraciadamente sin criterio, dejándolas en manos
inexpertas capaces de desvirtuar tallas
sobresalientes de nuestra Semana Mayor.
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Me voy a detener concretamente en una, no sabría si
llamarla, restauración o sustitución. No es otra
que la del Stmo. Cristo de la Misericordia, de la
cofradía viñera de la Palma. Sabemos que la Junta
de Gobierno de esta Hermandad decidió en 1.969
sustituir el cuerpo del crucificado, pues éste era
un tanto desproporcionado con respecto a la cabeza,
y tener así una talla anatómicamente perfecta. Sin
duda, el rostro, de escuela genovesa del Siglo
XVIII, era lo más valioso, artístico y
devocionalmente hablando, del Stmo. Cristo. De esta
manera la mencionada Junta se puso en contacto con
el imaginero sevillano Francisco Buiza, para que se
encargara de tallar y posteriormente ensamblar un
nuevo cuerpo, a pesar que muchos de los hermanos se
negaron rotundamente a que se llevara a cabo dicho
trabajo, pues preferían el valor sentimental al artístico.
No obstante, se efectuó la sustitución, de lo que
hoy podemos sentirnos felices pues la imagen ha
ganado en belleza y en veneración. De hecho, Pedro
I. Martínez afirma en su obra dedicada al genial
escultor que ' La vigencia de una obra en el tiempo
es lo que decide si una restauración es buena o
no'.
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Una pregunta que nos hacemos mucho los amantes de la
imaginería es que ocurre con las imágenes
sustituidas. En muchos de los casos éstas quedan en
las casas de Hermandad, y en otros, desaparecen
debido a su imparable deterioro. Pero éste resulta
poco menos que curioso. El párroco de la recién
creada Iglesia de Nuestra Señora de Belén, de
Huelva, necesitaba de una imagen que presidiera
dicha Parroquia, por lo que se puso en contacto con
el Párroco de la Iglesia del Salvador de Sevilla, y
éste a su vez con el escultor de Carmona, para
encargarle el mencionado Crucificado. Por lo cuál,
el imaginero ensambló el cuerpo de la antigua talla
del Cristo de la Misericordia con la cabeza del
nuevo cuerpo. Buiza siempre fue un escultor decidido
a la hora de restaurar. Su maestro, Sebastián
Santos, supo inculcarle la técnica tradicional que
se lleva a cabo en el proceso de dicha restauración.
Procura respetar la pieza antigua. En este caso,
podríamos afirmar que se trata de un
"intercambio", pero sin llegar a este
efecto. Esta "nueva" imagen fue bendecida
el 18 de Diciembre de 1.970, recibiendo la advocación
de 'Cristo de los Pobres', puesta a Culto desde ese
momento. Habiendo pasado casi cuatro décadas, aquélla
sustitución todavía colea en los mentideros
cofrades, quedando aún hermanos no conformes con
este cambio. Además, en todo este tiempo, se ha
tenido guardado con riguroso celo todo lo que ocurrió
con la, ahora, talla onubense.
Jesús
Manuel Sánchez Pavón
Bibliografía:
·
Buiza. Pedro Ignacio Martínez Leal. Ediciones
Guadalquivir. Año 2000
·
Arte y Artesanos de la Semana Santa de Sevilla -
Volumen 14: La restauración. José Fernández Martínez.
Publicaciones 'El Correo de Andalucía'. Año 2000.
·
La Escultura del Crucificado en la Tierra Llana de
Huelva. Manuel Jesús Carrasco Terriza. Diputación
de Huelva. Año 2000.