El
Patrimonio de las Hermandades y Cofradías
No cabe duda alguna dentro del seno cofrade en señalar
a las imágenes procesionales como uno de los
principales fundamentos dentro de una corporación
penitencial. José Roda Peña, doctor en Historia
del Arte por la Universidad de Sevilla, y profundo
conocedor de los entresijos cofradieros, en su
estudio sobre 'Conservación, restauración e
intervenciones en la escultura procesional andaluza'
, editado por el Excmo. Ayuntamiento de Lucena (Córdoba),
afirma que "un pilar fundamental sobre el que
se sustenta la fundación de una Hermandad de
Penitencia es el culto interno y externo que se
rinde a la Pasión de Cristo y a la Virgen Dolorosa,
a través de sus efigies escultóricas".
Obviamente, tiene una importancia mayúscula el
movimiento devocional que promueven, y por supuesto,
el valor incalculable de numerosas obras que
presiden altares y capillas de nuestros templos.
Pero desgraciadamente, y a lo largo de la historia,
muchas de éstas han caído en manos de algún
restaurador o imaginero inexperto, en una labor en
la que se requieren fundamentos y técnicas precisas
y depuradas para la perfecta ejecución de la
restauración de la obra. Un trabajo desacertado en
la talla podría provocar una reacción negativa en
el conjunto de los fieles que rinden culto a la
imagen.
Determinadas Juntas de Gobierno desconocen, o no
alcanzan a reconocer el valor artístico, además de
obviar la existencia de una institución encargada
del análisis del patrimonio artístico, en el que
se encuadran imágenes y templos andaluces, y de su
posterior restauración, si ésta debe llevarse a
cabo. Se trata del Instituto Andaluz del Patrimonio
Histórico (I.A.P.H.), el cuál, tras un minucioso
estudio de la obra, emite un informe detallado del
estado de la misma, aconsejando o no su restauración.
En algunos casos, la delicada situación económica
de la cofradía puede conducir a descartar esta
posibilidad. Aunque no es la única. Otra de las
posibles opciones es la búsqueda de un imaginero
experto, que pueda acometer este trabajo, no sin
antes presentar a la hermandad una analítica previa
para que la corporación decida si es la persona idónea
para llevar a cabo dicha acción. Afortunadamente en
Cádiz contamos con un pequeñísimo, pero magnífico
grupo de conocedores de estas técnicas, que
encabeza el profesor José Miguel Sánchez Peña ,
escultor que finalizó - y con enorme acierto-
en Diciembre de 2001 la restauración de
Jesús de los Desamparados, vulgo 'Señor del
Patio', devolviéndolo a su altar de cultos de la
gaditanísima Iglesia de San Antonio.
Todos los cofrades estaremos de acuerdo en la pérdida
irreparable de tallas puntuales de nuestra Semana
Santa, precisamente por no actuar de manera
conveniente, superponiendo el ahorro económico por
encima del valor artístico, valor que se presupone
incalculable en algunas de estas obras escultóricas.
No podemos obviar el atropello que se ha cometido
con uno de los misterios más emblemáticos de la
Semana Mayor como es el misterio de la Cofradía de
la Sentencia del Miércoles Santo gaditano, salido
de la gubia de uno de los grandes contemporáneos
del Siglo XX, Francisco Buiza. Estas imágenes
sufrieron un profundo y desacertado cambio en la
encarnadura de sus rostros , con lo que han perdido
todos los rasgos característicos de la policromía
original del imaginero carmonense.
Podemos citar asimismo a la imagen de Ntra. Sra. de
la Esperanza de la Hermandad de las Cigarreras como
otro atentado contra la integridad de una talla
procesional. Puede ser una obra de mayor o menor
valor artístico, puede gustar más o menos, no
obstante, se ha permitido la pérdida de la imagen
original, contra la más que presumible - y así
nos lo muestran antiguas fotografías - acertada
dolorosa de nuestro Láinez. Las modas se han
impuesto a lo largo del devenir de los años, con lo
que, incluso, se han destrozado íntegramente obras
de importante arraigo social-religioso. Finalmente,
como desenlace, la Junta de Gobierno ha de encargar,
y así se ha hecho efectiva, una nueva dolorosa a
Luis Álvarez Duarte .
Podríamos seguir citando otras muchas actuaciones
llevadas a cabo contra el interés patrimonial de
las hermandades, no sólo en nuestra provincia, sino
en cualquier otra parte de Andalucía (por ejemplo:
¿Dónde está el impresionante Cirineo de la
hermandad sevillana de Pasión de Sebastián Santos?
o ¿por qué incluir imágenes secundarias de
calidad ínfima simplemente por el mero hecho de
tener un misterio al precio que sea?) . También
obras no procesionales , retablos, estructuras de
templos, etc. sufren las embestidas de la
negligencia. Es una lástima que, en ciertos casos,
no se lleve a efecto la Ley Andaluza de Patrimonio,
aprobada en 1.991, para la protección y conservación
de los bienes materiales e inmateriales de nuestra
comunidad autónoma, tal y como se señala en dicha
Ley.
El desconocimiento y la desaprobación se anteponen
al buen gusto y al riguroso celo que deben tener
algunos de los regidores de las hermandades ante
estas grandes joyas de arte sacro. No podemos
permitir los cofrades más delitos de este calibre,
y así lo hacemos constatar en esta reflexión
cofradiera.
Jesús
Manuel Sánchez Pavón