Historia de la Semana Santa

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Historia de una singular imagen que ha sido olvidada por los siglos


        El fenómeno luctuoso del saqueo anglo-holandés de 1596, ha dado mucho que hablar y que escribir también en Cádiz.

        Las investigaciones sobre el suceso no han sido profundas y no quiero, ni debo, sacar aquí a colación la parte "política-vengativa" habida entre Isabel I de Inglaterra y el rey Felipe II; asunto este ya tratado por mí en amplios artículos todos que vieron la luz en el periódico Cádiz Información en diversos años y, muy especialmente, en los llamados "partes diarios de la guerra" que se publicaron por mí en 1996 con motivo de los cuatrocientos años del saqueo, fecha que pasó casi inadvertida para los gaditanos y que yo también aproveché para dar una conferencia en el aula "María Pemán" del Círculo Cultural de los Ejércitos, además de las diarias intervenciones tenidas en Radio Cádiz y Canal Cádiz TV.

        El fenómeno religioso quedó ampliamente por mi tratado en varios artículos publicados en la revista "Sentir Cofrade", donde di a conocer y descubrí para todos, aunque algunos aún duden por la sencilla razón que no fueron ellos los descubridores, que la más emblemática imagen que los gaditanos veneraban por esos años en la ciudad, la Virgen del Rosario, aún está hoy expuesta a la pública veneración de los fieles vallisoletanos en la iglesia del Colegio de San Albano de los Ingleses, presentando la escultura los evidentes daños que la soldadesca le ocasionó cuando fue brutalmente aquí.

        Cádiz, en el siglo XVI en sus postrimerías, contaba con pocos templos y los que había eran poca cosa desde el punto de vista artístico. La ciudad era pobre y su curia también. Las continuas amenazas de invasiones, no dejaban que ni la ciudad ni su Iglesia dispusiera de cantidades enormes para enriquecerlas, teniendo en cuenta que la mitra gaditana era casi paupérrima y que la Catedral era un templo siempre en estado precario de seguridad por culpa del cercano océano que sistemáticamente iba día a día minando sus cimientos y mordiendo sus muros.

        En Cádiz, la hoy Catedral Vieja, la actual parroquia de Santa Cruz, es un templo que alzó a esa categoría el rey conquistador don Alfonso X el Sabio cuando tomó la ciudad en el siglo XIII (1263)

        Y como compañera de ese templo sin nada de grandeza en su interior y exterior, la ermita de la Misericordia con su hospital al lado, siempre junto al Ayuntamiento, pues dentro de su superficie labró la ciudad su capilla que dedicó – y así sigue – al apóstol Pedro. Y ya está. Hay que tener en cuenta que la ciudad, la villa alfonsí ocupaba el pequeño perímetro del barrio del Pópulo, dentro del cinturón amurallado que se abría gracias a tres puertas o arcos que aún siguen cumpliendo esa función en la actualidad; el del Pópulo, el de los Blancos y el de la Rosa, ofreciendo cada uno de ellos una capilla en la que se veneraba a la Virgen en sus tres advocaciones del Pópulo, los Remedios y del Rosario de los Milagros.

        Hoy, de esas tres advocaciones marianas, tan sólo es segura la existencia de la del Rosario de los Milagros, cuya hermosa efigie está colocada en la Capilla de los Genoveses de la vieja catedral de la Santa Cruz, porque la del Pópulo fue reemplazada la primitiva pintura, que también recibió la profanación de los invasores, por otra en tiempos no conocidos, pero tal vez no lejanos como puede ser los finales del siglo XIX o los principios del actual.

        Y tal vez la de los Remedios exista, pero hay que estudiarla todavía para poder decir con toda seguridad que aún sea esa imagen de alabastro de Ntra. Sra., que figuraba en su capilla alta del Arco de los Blancos, sigue aquí guardada en un señero templo de la ciudad.

        Con posterioridad, vendrían las fundaciones de los franciscanos en 1566y de los jesuitas en 1564, además de figurar desde 1527 una comunidad de monjas en el viejo monasterio de Santa María cuya raíz fue una ermita dedicada a la Concepción de Ntra. Sra., de hacia 1469.

        Voy a situar a los lectores en las fechas fundacionales de las demás ermitas que había en la ciudad. Y, vuelvo a decir "ermitas" que no templos ni conventos. Omito las ya reseñadas para no hacer la relación reiterativa.

· Ermita de San Sebastián, de 1480, aproximadamente. Su existencia está asegurada en el plano de 1513.

· Ermita de San Antonio de los Portugueses. Estaba regida por una comunidad de beatas acogidas a la regla de San Agustín. Su emplazamiento era en la calle del Rosario ocupando su superficie parte de la que hoy ocupa el templo parroquial dedicado a la advocación del Rosario. Puede situarse su fundación hacia 1567.

· Ermita de San Roque, de 1567. En un plano de ese año ya se ve construida o en construcción.

· Ermita de Santa Catalina. Figura en el plano de 1513.

· Ermita de Santa Elena, de 1567. Parece que figura en el plano de Wingaerde.

        Y ya está si contamos las habidas con anterioridad al saqueo de la ciudad en 1596; aclarando a los lectores que la de Santiago, donde toman asentamiento los jesuitas, databa de 1466.

        Eso es lo que había y nada más.

        Con el saqueo y destrucción de todas, algunas vuelven a resurgir como Santa María, Santiago, San Francisco, la Misericordia, con su hospital al lado, y otras con los años, la extensión de la ciudad, las defensas de la plaza y otras cosas, desaparecen para siempre.

        Me he referido un poco más arriba a la ermita de San Antonio de los Portugueses, dedicada seguramente por los naturales de esa nación en honor de su santo patrono el universal San Antonio de Padua, y donde vivía un pequeño núcleo de mujeres dedicadas a la oración en una especie de beaterio. Sobre esta fundación y demás datos, existen varias versiones. Yo las voy a dar todas las que poseo para intentar así aclarar las cosas:

        "CONVENTO DE NTRA. SRA. DE LA CANDELARIA, de Religiosas Agustinas Calzadas, fundado en 1567 en la ermita del Rosario, situado donde hoy la parroquia del mismo nombre y trasladado en 1543 a la Ermita de la Candelaria. Ocupaba todo el ámbito de la actual plaza de Castelar y fue destruido en 1873" (Augusto Conte Lacave)

        Es evidente que hay un error de fechas.

        "CONVENTO DE NTRA. SRA. DE CANDELARIA.- De agustinas calzadas. Fundóse en al año 1567; derribados en 1873 el convento y su preciosa iglesia fueron establecidos con el posible decoro en una casa particular, situada en la calle de los Doblones, núm. 14; cuyo convento se inaguró el 15 de octubre de aquel año" (Guía Rosetty de 1883)

        "DE N. SRA. DE CANDELARIA, AGUSTINAS CALZADAS. Fundado en 1567 en la ermita de la misma advocación" (Guía general de forasteros de Cádiz para el año 1837)

        "El de Candelaria se estableció en 1567 en la ermita del mismo nombre: son agustinas calzadas, y hay 23" (Pascual Madoz)

        "NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA. Es un convento de religiosas Agustinas Calzadas. Siendo obispo de Cádiz son García de Haro (1567 á 1587) recogió limosnas para fundar un convento destinado á aquellas mugeres que queriendo profesar la vida religiosa tenían haberes para entrar en el convento de Santa María. En 1567 se juntaron en el convento establecido, según tradiciones, en casa inmediatas á la hoy parroquia del Rosario, seis doncellas, seis viudas y dos monjas profesas que vinieron de Jerez.

        El obispo don Antonio Zapata tuvo que prohibir só pena de excomunión, que se les diese el nombre de doncellas recogidas, como acostumbraba el pueblo, sino el de monjas religiosas del Sr. San Agustín…

        … En 1593 fueron trasladadas á la iglesia de la Candelaria, ermita que había sido de la cofradía de los morenos, espulsados de Cádiz.

        Hay una tradición, que su imagen fue echada al fuego por los ingleses en el saqueo de Cádiz el año de 1596: que un devoto la sacó ahumada, que la arrojó á un pozo del convento, y que al retirarse á su casa fue muerto por unos soldados. Créyose perdida la imagen; pero en 1599 habiendo caido un niño en el pozo, acudieron varios hombres á socorrerlo, y entonces al sacarlo dieron también con la imágen.

        La historia de este convento es la de mas tradiciones curiosas en Cádiz.

        En el siglo XVII fue preciso reedificar el templo y el convento. Para buscar recursos, además de las limosnas con que acudian los fieles que se habian obligado á ello, colocaron las religiosas á la puerta del templo una imagen de Jesús niño y pobre en el acto de pedir limosna con esta ingeniosísima quintanilla al pié.

 

    ¿Cómo el que hasta aquí llegó

sin dar limosna se va?

Sin duda no reparó

que es mi madre á quien la dá

y quien la pide soy yo.

 

        Más de cinco mil ducados recogió de limosnas esta imagen para la fábrica del templo.

        Este es bastante bello. Su cúpula es de buena construcción y de graciosa arquitectura.

        No hay efigies de mérito. En el Sagrario se venera el paso del Descendimiento de Cristo, que se arma en los días de Semana Santa y consta de las imágenes de Cristo, la Virgen, las tres Marías y José de Arimatea y Nicodemus.

        Este paso es obra de artistas sevillanos, cuyos nombres ignoro. Nada de notable hay en estas esculturas: las mas son de poco valor artístico" (Manual del viajero en Cádiz. Adolfo de Castro, 1859)

        Hoy se estudia y se cree que esas "esculturas de poco valor" eran, nada más y nada menos, que de Pedro Roldán o de su círculo…

        "Otros dos templos y capillas de devoción hay donde ha estado el Santísimo Sacramento; una la que está en el Hospital de la Misericordia, donde se curan enfermedades y heridos; la otra Nuestra Señora de Candelaria, dó se vé una Santísima Imagen de Nuestra Señora de esta advocación, y mucha devoción que resplandece con algunos milagros, y es frecuentada en contínua asistencia de oración por todos los vecinos; es imagen de mediana estatura y de busto" (Documentos inéditos para la historia de Cádiz. Agustín de Orozco, 1929)

        "Que en 1591 los morenos estaban pacíficamente establecidos en el hospital de la Misericordia en dicho año, pues figura entre las cofradías que sacaban pendón en las procesiones generales de Nuestra Señora del Rosario, y que de la Misericordia se pasaron a la que desde entonces se llamó ermita del Rosario, que dejaron las monjas o beatas de San Agustín al trasladarse a Candelaria, en 1593, después de la expulsión violenta de los agustinos establecidos cerca por Felipe Boquín de Bocanegra…" (La cofradía de los morenos de Cádiz, ensayo histórico. Hipólito Sancho de Sopranis, 1940)

        Todos los textos arriba expuestos, que están copiados literalmente de cada libro, vienen a decir lo mismo; la existencia de la Candelaria desde muy antiguo y que, por tanto, su venerable fábrica sufrió el asedio de los anglo-holandeses en 1596 y la icona de Ntra. Sra. fue profanada. Es por tanto real y unánime que la Candelaria existía ya en el siglo XVI, primero como ermita y después como convento de monjas y así hasta el siglo XIX en que se trasladan, desapareciendo totalmente en el siglo XX, en la década de los cuarenta.

        Augusto Conte Lacave, recoge en su libro "Cádiz del setecientos", tomo 2, en la página 128, y anteriores, escribiendo sobre el templo majestuoso dedicado en Cádiz a la Divina Pastora, que a ambos lados de la puerta de ingreso a la iglesia, se recoge igualmente bajo la hornacina donde está el Divino Pastorcito, la misma quintilla que ya nos cuenta Adolfo de Castro que figuraba bajo otro milagroso Niño Jesús que se veneraba en la Candelaria.

        Dice así la que está en la iglesia de la calla de Sagasta y que llegó a impresionar al poeta Juan Eugenio Hartzenbusch (1806-1880)

 

"¡Cómo el que hasta aquí llegó

sin dar limosna se va!

Sin duda no reparó

que es mi madre á quien la dá

y quien la pide soy yo"

 

        Salvo los signos interrogativos y admirativos la quintilla es exactamente igual y, además, muy bella.

        Desgraciadamente no hemos conocido el templo original de la Candelaria por haber desaparecido en el siglo XIX. Si llegamos a conocer, y su recuerdo está entre los celajes de los años de la infancia, el que las monjas agustinas poseyeron en el viejo convento de los carmelitas en la Alameda de Apodaca, donde los fieles gaditanos iban cada 2 de febrero, fiesta de la Purificación de Ntra. Sra., la Candelaria, a rezar a la Virgen y a recoger una vela que no sé para que ocasión u ocasiones de peligro servía.

        Y allí, en el coro de las monjas de la Candelaria, como el pueblo las denominaba, estaba una escultura del Señor de la Sentencia que es la actual que nos ocupa y preocupa y la que estamos intentando situar en su justa y verdadera cronología.

        El periódico gaditana "La Información", publicó en 1947, con motivo de la coronación canónica de la Patrona Ntra. Sra. del Rosario, una serie de reportajes sobre las distintas advocaciones de la Virgen en Cádiz.

        La serie de trabajos, sin firma, recogió bajo el título "Cádiz mariano" las historias de las siguientes imágenes devocionales.

Ntra. Sra. de la Candelaria.- 10 de febrero de 1947.

Ntra. Sra. de la Palma.- 17 de febrero de 1947.

Ntra. Sra. del Rosario de los Milagros.- 24 de febrero de 1947.

Ntra. Sra. de la Rosa.- 3 de marzo de 1947.

Ntra. Sra. del Rosario de la Bendición de Dios.- 10 de marzo de 1947.

Ntra. Sra. del Poder Divino.- 17 de marzo de 1947.

Ntra. Sra. del Pópulo.- 24 de marzo de 1947.

Ntra. Sra. del Pilar.- 31 de marzo de 1947.

Ntra. Sra. del Carmen (cuadro del Hospitalito)- 7 de abril de 1947.

Ntra. Sra. del Rosario (imagen de la parroquia) – 21 de abril de 1947.

        Esa historia ahí publicada nos da cuenta de cómo era la iglesia y del triste fin que tuvo. Dice así:

        "En 1672 se comenzó una total restauración de la iglesia y el convento (que ocupaban todo el ámbito de la actual plaza de Castelar) y allí siguió la devoción y el fervor de Cádiz a la Santísima Virgen de la Candelaria, hasta el año 1873, en que los cantonales arrasaron hasta los cimientos del templo material y arrinaron la devoción de la Señora. Como detalle curioso y expresivo, señalaremos que el día del Viernes Santo, precisamente a las tres de la tarde caía al suelo con grande estrépito, la magnífica cúpula de la iglesia…

        … Refugiadas las monjas agustinas con carácter provisional, en una casa de la calle de los Doblones, núm. 14 (hoy Manuel Rancés), permanecieron allí hasta el doce de septiembre de 1883, en que se instalaron en el antiguo convento de las Carmelitas Descalzas, donde ha venido la Comunidad ha extinguirse en nuestros días".

        Y caminando siempre con la comunidad, la escultura de Jesús de la Sentencia, un cautivo con una faz que siempre me ha recordado centurias muy antiguas en las que los rasgos fisonómicos de las imágenes eran así. Siempre me inquietó el rostro impávido del Cristo; su mirada penetrante, su barba partida, la línea casi recta de la frente a la nariz…, no sé, algo había ahí en ese rostro que había que estudiar, buscar, averiguar, datar…, ¿y si es el Cristo más antiguo de Cádiz?

        ¿Y si su venerable icona resulta que sufrió los avatares del saqueo en la Candelaria…?

        ¿Estaremos ante una escultura perteneciente al siglo XV o al XVI, y, por lo tanto la más antigua de la ciudad…?

        Todas estas preguntas han tenido oportunamente una respuesta, como todo en la vida.

        Años buscando y nada, todos los textos encontrados y estudiados hablaban – y hablan – "como una imagen tallada en madera de cedro, presentando los rasgos propios de las obras genovesas sin identificar todavía…"

        No era suficiente.        

        Un buen día, no cabe duda, unas fotos me muestran el misterio desvelado. El rostro del Cristo, sin el añadido de la peluca, revela que su icona bien puede ser del siglo XV o del XVI. Quedé sorprendido y seguí en mis investigaciones. Figura clave y decisiva en todo esto ha sido el hermano Mayor de la cofradía, mi buen amigo, Carlos Noguera, que me facilitó cuantos datos yo le fui solicitando, entre otros, el expediente de restauración de la imagen del Señor que había realizado Juan Manuel Miñarro López, doctor en Bellas Artes, especialista en escultura e imaginería polícroma.

        No voy a transcribir aquí, todo el texto del informe que en 1994 firmó el restaurador de la imagen; pero si que voy a transcribir fielmente los datos más importantes que descubren que estamos ante una escultura "de principios del siglo XVI"

        En la Ficha Técnica, dice así:

"TIPO DE OBRA: ESCULTURA DE BULTO REDONDO, PARA VESTIR.

TEMA: RELIGIOSO.

AUTOR: ANÓNIMO.

ATRIBUCIÓN CRONOLÓGICA: PRINCIPIOS DEL SIGLO XVI, TRANSICIÓN.

SOPORTE: MADERA FRONDOSA. (ANGIOSPERMAS) Y PINO FLANDES (GIMNOESPERMAS)

TÉCNICA: TALLA POLICROMA AL ÓLEO Y MANIQUÍ ARTICULADO.

LOCALIZACIÓN: IGLESIA DE LA MERCED.

PROCEDENCIA: CONVENTO AGUSTINAS RECOLETAS DE CÁDIZ (EXTINGUIDO)"

        Paso por alto otras anotaciones que no aportan nada a la investigación que nos ocupa y que son de exclusivo informe a la cofradía.

En CATALOGACIÓN GENERAL DE LA OBRA, vuelve el profesor Miñarro a pronunciarse de nuevo destacando "no existe documento que establezca un autor concreto. De todas formas hay que considerar que a pesar de las transformaciones que han enmascarado el auténtico, aún se percibe una base de interés histórico-artístico digna de estudio y especial interés".

        Destaca que el estilo de la escultura (cara y manos) se debe a la "transición del gótico al Renacimiento" y que pertenece a "la escuela flamenca".

"CATEGORÍA ARTÍSTICA".- Entendemos que se trata de una escultura de singular mérito histórico-artístico. Parece que nunca ha sido lo suficientemente estudiada por lo que aún se hace más interesante la empresa que pretendemos proponer a la hermandad.

        A pesar de algunas transformaciones, consideramos que el arcaísmo de algunos rasgos, tales como la barba triangular, globos oculares superficiales, nariz larga y recta dándole continuación al plano de la frente, no es casualidad sino fruto evidente de que estamos ante un semblante del Redentor propio de la transición entre el siglo XV y XVI"

"SOPORTE.- Este apartado hace referencia a la materia base y constitutiva de la escultura. Se ha detectado al menos la presencia de dos tipos diferentes de madera: las piezas originales, cabeza y manos, son de madera frondosa, ya que con el microscopio de mano y aprovechando un pequeño corte, hemos podido ver un plano leñoso muy parecido a la "Tola Mufata" (Oxystigna oxyphylium). Esta es una especie de madera muy utilizada en Europa. Se caracteriza por presentar depósitos o acumulaciones de resina gomosa en la superficie de algunos de sus cortes. Posiblemente el problema que persiste en la frente, se deba a estas características".

        Consultada la enciclopedia para ver las características propias de esta madera, encontramos lo siguiente:

        "Tola. F.A.S. (Baccharis tola) arbusto resinoso de la familia de las compuestas que crece en las laderas de los Andes; hay varias especies.- T. BLANCA. Chi (Proustia tiapyripholis) planta voluble de hojas blanquecinas, cuyos troncos viejos se descascaran, quedando colgados grandes trozos de tela".

        Otro incógnita se nos abre. Estamos un tipo de madera que es común en América del Sur (?)

        ¿Vendría aquí traída por los barcos que venían del nuevo continente descubierto por Colón en 1492?

        Otra pregunta: ¿Vino la escultura del Cristo ya tallada a Cádiz o se realiza aquí por algún anónimo artista?

        Otra pregunta que se nos antoja hacer – y que nos hacemos, claro – es si la imagen se hizo para el viejo convento de las agustinas recoletas de la Candelaria. Si estaba ya aquí antes del saqueo o si es una aportación hecha al convento después del mismo para paliar un poco las pérdidas habidas en el mismo.

        Es importante este extremo porque de haber estado aquí desde siempre con las monjas, sería otra de las imágenes que se salvaron milagrosamente de la destrucción de 1596, junto con la titular del monasterio, Ntra. Sra. de la Candelaria; la Virgen de la Consolación, que se encuentra en la parroquia de Santa Cruz; la recordada por todos Virgen del Rosario que veneraban los hermanos morenos que ahora está en Valladolid y el lienzo de la Trinidad que está en Santiago.        

        En otro de los apartados del informe que hace el profesor Miñarro López sobre el estudio de la restauración de la venerable icona de Jesús de la Sentencia, se dice:

        "La obra que nos ocupa es evidente que manifiesta a simple vista una vida material rodeada de múltiples vicisitudes…

        Estimamos que ha sido renovada, reconstruida y reparada en distintos momentos de su larga historia, algunas de estas intervenciones están recogidas, pero creemos que las más importantes están por determinar. Un estudio científico de la obra puede ser decisivo para una aproximación más exacta a las realidades materiales que aún permanecen ocultas…

        La intervención más clara es la realizada en el cabello con la mutilación de las quejadas que pudieran estorbar para la aplicación de la peluca…

        Otra posible intervención puede ser la implantación o bien reparación de los ojos de cristal que actualmente tiene la imagen. Son los típicos ojos conocidos con el adjetivo de "cascarilla", por encontrarse pintados sobre una fina lámina de vidrio soplado artesanalmente. Este tipo de técnica es muy del XVI, pero también pudiera ser que en origen la escultura no llevara ojos y por tanto fueran insertados posteriormente…"

        El que muchos investigadores de prestigio establecieran un día tras otro que la imagen cronológicamente pertenecía al XVIII, no se me antoja baladí. Yo creo encontrar en esas afirmaciones la respuesta a una pregunta: ¿Es la imagen intervenida en el XVIII y es en esa centuria cuando de le coloca la peluca, se le montan los ojos de cristal, a lo mejor para reemplazarle los pintados, y cuando se transforma la imagen adaptándola a un cuerpo para recibir culto erguida?

        Porque la escultura pudo muy bien ser un busto de un Ecce-Homo o de un cautivo al que se le cubría con una pequeña clámide y así pudo haber sido venerado desde ese XV o XVI hasta el XVIII; o bien siempre fue así pero en el XVIII es cuando se le coloca la peluca y transforman los ojos.

        Lo que es evidente es que tanto la cabeza como las manos están trabajadas en la misma madera "muy utilizada en Europa" dice el informe, nunca dice que sea madera propia de este continente.

        Dice el profesor Miñarro López: "En cambio en el cuerpo y las piernas, elementos que corresponden a la obra de L. Capote, se ha identificado una madera conífera; tal vez se trate de pino Albar o Picea común".

        En la ficha correspondiente a esta cofradía que se publica en el tomo II de "Semana Santa, Diócesis de Cádiz y Jerez" de Gemisa, José Manuel García Gómez, en la página 74 dice: "Se contempla en el paso de misterio de la Sentencia que dictó Pilato contra Cristo. La imagen del Señor es del siglo XVIII, tallado en madera de cedro la cabeza y las manos, de escuela genovesa, haciendo Láinez Capote nuevo cuerpo en pino de Flandes, que sustituye al que poseía de candelero".

        El imaginero gaditano Miguel José Láinez Capote (1906-1980) ya poco puede decirnos sobre lo que él hizo y sobre lo que él vio cuando a su taller llegó la talla del Cristo. Él si que podría habernos ilustrado sobre si ese candelero que él desmontó tenía visos de ser del tiempo de la imagen o posterior y corresponder al siglo XVIII. Yo creo que fue en esa centuria cuando la imagen sufre, igual que otras, esas terribles transformaciones que la alteran de su primitiva fisonomía gótica.

        Los tiempos demandaban esa moda y ni las imágenes se pudieron sustraer a ella.

        Sí vuelvo a decir, a recalcar machaconamente que estamos ante una imagen de Cristo que es, sin duda alguna, la más antigua de la ciudad y la más antigua, también, que procesiona en la Semana Santa y, por tanto, el titular de una cofradía de penitencia que tiene el alto honor – el altísimo honor – de contar con la venerable antigüedad de cinco siglos si nos atenemos, y lo hacemos, a la afirmación del profesor Miñarro López que sostiene que la escultura está cronológicamente datada en los principios del siglo XVI, en la transición gótico-renacimiento.

        Esa data, la hace ser la imagen más antigua de la ciudad, puede ser después la venerable icona del Nazareno de Santa María, puesto que si su cofradía se funda en San Francisco entre 1590 y 1594, finales del XVI, de esa fecha es la imagen titular como es lógico; viniendo a continuación la del Señor Yacente de la Hermandad del Santo Entierro fechada en 1624, posterior a la fundación de la cofradía en San Francisco también, que sitúan los estudiosos "existiendo en 1598 siendo posterior a 1590".

        Desconocemos el autor de Jesús de la Sentencia y tal vez jamás lleguemos a conocer su nombre. Conocemos, gracias a una restauración el del Nazareno de Santa maría, Andrés de Castillejos, y conocemos, igualmente el del autor del Yacente, Francisco de Villegas, del que también poseemos su cronología vital (1585-1660 ó 61)      

        Es enorme mi satisfacción al poder anunciar a todos este hallazgo que me colma de alegría y, también, mi más profundo agradecimiento, igualmente, a la cofradía y a su Hermano Mayor, Carlos Noguera, por las facilidades, todas que me han dado. Ellos saben, él sabe, con cuánto gusto e ilusión he llevado a cabo este gratificante trabajo investigador, que a ellos ofrezco en primer lugar, y luego al mundo de la escultura gaditana pues este hallazgo aporta algo más en el saber y el conocimiento de nuestra imaginería.

        En la próxima Semana Santa, cuando desfile el Miércoles Santo, podrán los gaditanos admirar en la calle esta antiquísima escultura que ha permanecido olvidada por los siglos que la han conservado lo mejor posible para deleite nuestro.

        Cabría hacer una sugerencia. Ya sé que es algo atrevida; pero ahí va: ¿Sería capaz la Junta de Gobierno y la cofradía de devolverle al titular la primigenia forma que tuvo tallándole el cabello mutilado y eliminando por tanto la peluca?

        Ahí están las fotos que poseéis que están diciendo a voces que sí, que así es bellísima imagen y distinta y que habéis aportado al arte y a la escultura mucho más que un gramo de cordura y de buen gusto.

 

Ángel Mozo Polo

Académico Correspondiente de la de

Bellas Artes de Santa Isabel de

Hungría de Sevilla y Miembro del

Ateneo de Cádiz.


BIBLIOGRAFÍA APORTADA:

 

CÁDIZ MARIANO.

"La Información"

Cádiz, 1947.-

 

CASTRO, Adolfo de,

"Manual del viajero en Cádiz"

1859.-

 

CONTE LACAVE, Augusto.

"Cádiz del setecientos. Tomo II.

 

"GUÍA GENERAL DE FORASTEROS DE CÁDIZ" Año de 1837.-

 

"GUÍA ROSSETY"

Año de 1883.-

 

HOROZCO, Agustín de.

"Recuerdos inéditos para la historia de Cádiz"

1929.-

 

MADOZ, Pascual.

"Provincia de Cádiz"

1868.-

 

MIÑARRO LÓPEZ, Juan Manuel.

"Proyecto de restauración de la Imagen de Jesús de la Sentencia" Cádiz.

Sevilla, 1994.-

 

SANCHO DE SOPRANIS, Hipólito.

"La cofradía de los Morenos de Cádiz"

Ensayo histórico.

Tánger, 1940.-

 

"SEMANA SANTA. DIÓCESIS DE CÁDIZ Y JEREZ"

Varios autores.

Tomos I y II.

Ediciones Gemisa.

Sevilla, 1989.


Fotografías: Archivo personal de Ángel Mozo Polo

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