Escultores e Imagineros de la Pasión gaditana

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Una Dolorosa gaditana:

Ntra. Sra. de las Angustias - Cotitular de la Archicofradía del Ecce-Homo

José Fernández Guerrero


 

        No es la primera vez que elogio la belleza de esta escultura que pasa, desgraciadamente, bastante desapercibida en Cádiz. Me refiero a la hermosa dolorosa advocada Ntra. Sra. de las Angustias, y que es la cotitular de la Archicofradía del Ecce-Homo, que recibe culto en la Iglesia de la Conversión de San Pablo.

        Esta corporación nazarena de remota antigüedad se funda en el Siglo XVII en el Oratorio de la Casa de las Beatas de la Orden Tercera, que existió en la calle San Pedro y cuya fundación se debe a Doña Isabel San José, pasando después a la Casa de las Betas del Hospital del Carmen, situado en un lugar muy cercano al Corral de Comedias, lugar donde posteriormente estuvo el teatro Principal, y en nuestros días se encuentra el Centro Cultural "El Palillero".

        Hermandad de claras analogías con la gloria de Ntra. Sra. del Rosario, ya que ambas corporaciones admitían gentes de color o "morenos", se reorganiza tiempo después y pasa a rendir culto a sus titulares en la Iglesia de San Pablo, fundada en 1687, y reconstruida un siglo más tarde para darle el carácter de Templo neoclásico que hoy vemos.

        Durante el tiempo que duran las obras de ampliación del templo, la hermandad se traslada al cercano de San Antonio para pasar luego al que hoy ocupa, donde ostenta la titularidad de la Capilla Mayor y de otros altares. En dicho retablo mayor, obra de Manuel Tolsá, se venera la efigie prodigiosa de Jesús del Ecce-Homo, obra de José Montes de Oca en 1730.

        Pero lo que queremos destacar es la belleza dulcísima y dramática de la cotitular, Ntra. Sra. de las Angustias, escultura realizada en 1787 por el imaginero José Fernández Guerrero (1748 - 1826), natural de Ubrique, como el gran maestro retablista Gonzalo Pomar.

        Formado artísticamente en la Academia San Fernando de Madrid, se afinca en Cádiz, donde comparte e imparte clases de su especialidad en la Escuela Local de Nobles Artes, como profesor de dibujo en la Escuela de Plateros, pasando luego a la creada por el Conde de O'Reilly en 1789 en el Hospicio gaditano, como Teniente Director, ocupando como académico el sillón XIX de la corporación gaditana.

        Pocas obras de temática religiosa se le conocen a Fernández Guerrero aparte de la que comentamos, siendo la más destacada la Divina Pastora que se venera en la Iglesia de los Capuchinos de Sevilla y de la que se ha elogiado sus bellas facciones de marcado matiz helenístico. Esta imagen, muy popular en toda la ciudad, fue creada en Cádiz y llevada a Sevilla por el padre capuchino, Guardián del convento, Fray Miguel de Otura, en el siglo pasado.

        La Virgen de las Angustias, entrañable dolorosa gaditana de espléndido rostro, cuya mirada se eleva al cielo y dramáticas manos entrelazadas, recibe culto en un retablo proyectado por Torcuato Cayón en 1804 construida a base de mármoles de colores, altar que es propiedad de la Archicofradía.

        En el ático del retablo, de estilo neoclásico como todos los de este templo, una pintura representando el tema pasionista del Calvario debida a Francisco Javier Riedmayer.

        En el haber de Fernández Guerrero, escultor de limpísima trayectoria profesional, hay que destacar las estatuas de Columela y de Balbo el Menor en el despacho oval de la alcaldía gaditana; cuatro relieves de yeso en la sala de juntas de la Academia de Bellas Artes de Cádiz, fechados entre 1790 y 1793, y una importante obra de tipo efímero y por tanto desaparecida. Entre éstas se destaca siempre el catafalco que proyectó y erigió con ocasión de los funerales que en la Catedral de Cádiz se celebraron cuando falleció la reina Isabel de Braganza.

  El profesor Antonio de la Banda y Vargas, destaca también en la producción de este escultor e imaginero, un crucifijo que heredó uno de sus nietos que residía en Cuba.

        Al admirar esta bella Virgen de las Angustias durante el desfile procesional del martes santo gaditano, tendremos que detenernos y contemplar la dulce expresión de resignado dolor y el mesurado dramatismo que toda la imagen manifiesta.

        José Fernández Guerrero fue padre del pintor Joaquín Manuel Fernández Cruzado (1781 - 1856) a decir de muchos investigadores, el mejor pintor gaditano del siglo XIX.

 

Ángel Mozo Polo

Académico de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla

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