A comienzo de los años treinta del
siglo pasado, la música procesional
recuperó el protagonismo necesario en
nuestra ciudad, ya que en 1931 el músico
gaditano Eduardo Escobar de
Rivas organizaría la Banda
Municipal de Música de Cádiz.
Desgraciadamente dicha banda no aguantaría
mas de una década de existencia
coincidiendo con la muerte de su
fundador. Como se puede observar en la
foto de 1933 (tomada del libro sobre música
procesional de Manuel Carmona Rodríguez),
nuestra Banda Municipal era bien
completa incluyendo incluso instrumentos
de cuerda, algo que no es de extañar,
ya que Escobar de Ribas era violinista y
cuentan las crónicas de la época que
la Banda tuvo un gran prestigio y
calidad.
Eduardo Escobar fundó la Banda
Municipal con el prestigio que le había
supuesto años atras la dirección de la
Coral Real de Madrid o la Banda Unión Músical
de Líria (Valencia). También creó en
Cádiz una Orquesta de Cámara. Nació
en Cádiz y murió en nuestra ciudad a
finales de la década de los treinta,
aunque a lo largo de su vida se movió
por diversas localidades españolas.
Un año antes (1930) se creó otra banda
municipal importante, la de Jerez, que
fué organizada por el ya varias veces
mencionado en esta serie Germán
Álvarez Beigbeder. Dicha
organización le trajo como consecuencia
inmediata la retirada de la marina y de
la Banda Militar de Marina de San
Fernando que era la mas activa hasta
entonces en la provincia. A diferencia
de la municipal de Cádiz, la de Jerez
ha sabido sobrevivir hasta nuestros días,
aunque cuenta actualmente con un
reducido número de componentes
dirigidos por un músico de la calidad
de Francisco Orellana.
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