El
Crucificado Genovés del Oratorio de San Felipe de Cádiz
Muy
desconocido -desgraciadamente- pues jamás su espléndida
escultura ha procesionado ni ha sido el titular de
alguna cofradía perdida en la noche de los tiempos.
Advocado de " la Expiración", está
Cristo en ese crítico momento de la pasión y su
cabeza -hermosísima- se eleva hacia el cielo pidiéndole
al Padre misericordia.
Preside este Santo Cristo, el bellísimo retablo
marmóreo construido , especialmente para él,
durante el fin del siglo XVII y los inicios del
siguiente, sin haberse podido aún adscribir la obra
escultórica a ningún artista en particular aunque
es una realización de los genoveses igual que su
gran retablo y la espléndida capilla en general,
que se decora con las esculturas de la Virgen
Dolorosa, María Magdalena, San Bernardo y San
Francisco de Asís, en unas realizaciones efectuadas
en mármol de Carrara y bellísima ejecución.
La bóveda, se decora con yeserías que enmarcan
medallones eucarísticos, pues no hay que olvidar
que es el Sagrario del templo, aunque hoy no se use
como tal y el Sacramento está reservado en el
Sagrario del Altar Mayor.
La Capilla, que se encuentra cerrada por una hermosísima
balaustrada de mármol, es el panteón del Marqués
de las Cinco Torres, cuyo escudo campea sobre la
clave del arco de ingreso de la misma.
Puede atribuirse la realización del grandioso
retablo a la obra de los Schiaffino, ya que, su
estilo, está muy cercano al por ellos realizados.
La imagen del Crucificado, cuya cabeza está
cubierta por una gran corona de espinas tallada en
el mismo material que el resto de la talla, es
decir, de madera policromada, está clavada a la
cruz plana no por los clavos situados en las palmas
de las manos, sino por las muñecas, descansando los
pies, uno sobre el otro, con un solo clavo. La
palidez cadavérica del cuerpo, la descomposición
del mismo, el arqueamiento del tronco en un dramático
y brusco giro, hacen de este crucificado de San
Felipe Neri, una de las mejores muestras de cuanto
tenemos en nuestros Templos.
Los Padres Felipensese llegan a Cádiz a fundar en
1.671 y, con carácter interino, se instalaron en la
Ermita de Santa Elena, una construcción levantada
en 1.640 y donde la cofradía de la Vera-Cruz daba
culto a una pintura que representaba a Santa Elena
con el Santo Madero. No tuvieron mucha suerte que
digamos pues son perseguidos y su estancia entre
nosotros les debió ser penosa.
En 1.688, fueron autorizados por el Obispo y el
Ayuntamiento para que se trasladasen desde la Ermita
hasta unas casas que habían adquiridos en la calle
de San José y ayudados por la aristocracia
gaditana, pues entre ellas los padre Felipenses habían
caído muy bien, consiguen ver levantado el Templo
en 1.719, que ponen bajo la advocación de la
Inmaculada Concepción y San Felipe Neri.
Por tanto, el Cristo crucificado de la Expiración,
es una talla que se hace para el precioso Sagrario
de la Iglesia y para presidir el retablo único del
mismo.
En un inventario de bienes del Templo perteneciente
a los años últimos del siglo pasado, este Santo
Crucificado se advoca "Cristo de los
Atribulados" y, en cuaresma, el oratorio le
dedica un triduo en su honor.
Los Schiaffino, Bernardo (Génova, 1.678-1.725) y
Francesco María, (Génova, 1.689 ó 1.691 - 1.763
ó 1.765) trabajaron principalmente en su ciudad de
origen. En Cádiz, por la gran unión habida entre
las dos ciudades, no es nada anormal encontrarse
obras de los grandes del momento aunque tal vez esos
artistas jamás pisaran la ciudad. Sus clientes, órdenes
religiosas, cofradías y mecenas, les encargaban las
obras para que estas decoraran tanto templos como
grandes mansiones que todavía afortunadamente vemos
por el encantador centro - neoclásico e isabelino-
de esta bella ciudad del Atlántico que ayer fue un
"emporio del orbe" según proclamaba
reiteradamente el fraile carmelita gaditano Fray Gerónimo
de la Concepción ( 1.642-1.697)
Bernardo Shiaffino, fue discípulo de Domenico
Parodi; dirigiendo en Génova un taller muy activo.
En sus obras la tradición barroca evoluciona hacia
la nerviosa elegancia de la forma, característica
de esta fase de la escultura genovesa. Obras suyas
son "El Dux Giovani Francesco Brignole ",
Génova, Palazzo Rosso, o " La Virgen con el Niño",
en la Chiesa de Santa María de la Consolazione, en
Génova igualmente.
Francesco María, que también trabajó intensamente
en su ciudad natal y en Roma igualmente, fue
enormemente influenciado por Camillo Rusconi (Milán,
1.658-Roma, 1.728)
Recordemos a los lectores que el templo de San
Felipe Neri, sirvió de excepcional escenario siendo
sede de las Cortes Españolas que elaboraron la
Constitución de 1.812.
Su Retablo Mayor está presidido por un gran lienzo
del genial Bartolomé Esteban Murillo (1.617-1.682)
que representa a la Inmaculada Concepción, obra del
sevillano debida a los últimos años de su
existencia, estando este lienzo considerado por los
estudios como uno de los mejores de este tema
pintados por él.
Que conservan en este templo de planta elíptica,
obra de José Montes de Oca (¿1.668?-1.748, según
Ceán Bermúdez; ó 1.675-80 - 1.754, según su biógrafo
Antonio Torrejón Díaz)
Ángel
Mozo Polo
Ateneísta
y Académico de Número en la Academia Santa Isabel de
Hungría (Sevilla)