Corpus Christi

       

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Corpus Christi en Andalucía. 

Una aproximación a la Festividad de Jesús Sacramentado


    La festividad del ‘Corpus Christi’ (‘Cuerpo de Cristo’ en latín)  es lo que conocemos como la Protestación de Fé al Stmo. Sacramento. Esto se traduce en la solemnidad del Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, con la celebración en ese día de su institución bajo decreto del Papa Urbano IV en 1264, teniendo como culminación la salida procesional, para su adoración, de Jesús Sacramentado, y su posterior bendición tras realizar durante la jornada, bien de mañana, bien de tarde, la carrera oficial.   

    Fiesta que, desde tiempos pretéritos –ahora revisaremos los orígenes de la misma- ha gozado de una gran pompa, y que ha mezclado en numerosos enclaves y urbes lo sacro y lo profano. Su celebración se efectuaba el jueves después del domingo de la Santísima Trinidad, o lo que es lo mismo, dos domingos después de Pentecostés, habiéndose trasladado hace algunos años  al domingo posterior. Si embargo, la fuerza y el arraigo que conserva en algunas ciudades la mantiene en Jueves. Valgan como ejemplos en nuestra comunidad las de Sevilla y Granada.

    No cabe duda alguna sobre la importancia y la tradición de esta celebración extendida por todo el mundo cristiano, y mantenida, con mayor o menor abolengo, por toda Andalucía. Y por supuesto, la ostentación y el esplendor de la misma presentan un papel fundamental en la festividad, con una profusa orfebrería expresada por los mayores joyeros y orfebres en las ricas custodias de plata y/o reliquias, con las representaciones institucionales, ya fuesen religiosas, municipales, etc, mostrando sus mejores galas, o casas y viviendas perfectamente engalanadas para la ocasión con mantones de Manila, reposteros con ricos bordados, etc.

ORÍGENES

    Como señalábamos anteriormente, el Papa Urbano IV, influido por Santa Juliana de Monte Cornelio, religiosa natural de Bélgica, y gran veneradora del Santo Sacramento, convocaba en 1247, y de manera extraordinaria, un Sínodo en el cual se decretaba la celebración de la solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo. El Propio Urbano IV procuró que la misma se difundiera por toda Europa, sorprendiéndole la muerte mientras lo hacía en 1264, y reconduciendo el cauce que él había configurado hasta ese momento su sucesor, Clemente V.

    Desde principios del Siglo XIV hasta el Concilio de Trento, celebrado en el XVI, tuvo lugar la etapa de introducción por todo el continente, asentada de forma definitiva tras el Concilio, donde las normas relacionadas con la conmemoración eucarística potenciaron la misma. Como curiosidad destacamos la distinta nomenclatura utilizada para la denominación de la fiesta: ‘Festum de Hoc Excellentissimo Sacramento’, ‘Dies Sacramenti’ o ‘Festivitas Eucharistiae’.

SU INTRODUCCIÓN EN ESPAÑA

    Según nos indica el Profesor Romero Mensaque en su estudio ‘La Devoción y el Culto al Stmo. Sacramento. Perspectiva de Síntesis histórica’, publicado en la web ‘www.rosarioensevilla.org’ que él mismo dirige, las primeras notas de la fiesta en nuestro país provienen de la Ciudad Condal, fechadas concretamente en 1319. Destacadas durante el siglo XV fueron las celebraciones en Sevilla, y las de Baeza, Jaén y Málaga, sobre todo esta última. En los Siglos XVII y XVIII surgieron con suma belleza y ostentosa suntuosidad la de Granada, que mantiene hoy día los ritos profanos entre medio de la celebración religiosa, y la de Cádiz, especialmente desde la elaboración por parte del joyero Antonio Suárez, de la magnífica Custodia sobre la que recorre el Santo Sacramento la carrera oficial, siendo una de las muchas que prestaron su magnificencia al engrandecimiento de la fiesta en las calles y vías de los pueblos y ciudades de nuestro país.

 EL CORPUS EN ANDALUCÍA. LA IMPORTANCIA DE LA CUSTODIA PROCESIONAL

    Advertíamos de la exaltación del Santísimo Sacramento en Sevilla, donde se establecía, y eso nos lo aclara la diversa documentación de la época, hacia el 1400. En la ciudad hispalense la fiesta alcanzará su mayor esplendor a partir del XVI, donde la procesión por sus calles toman mayor protagonismo, especialmente gracias a un elemento más que significativo: el portador del Santísimo o CUSTODIA. La Custodia, también denominada ‘de asiento’ no era otra que el elemento o vehículo portador del Santísimo en la celebración litúrgica. Vino a sustituir a la primitiva Custodia ‘portátil’, más reducida en tamaño. Precisamente, y debido a la monumentalidad que alcanzaron en volumen y altura la primera de las citadas, pasaron a tener la función expresa de portar a Jesús Sacramentado en su salida por las distintas calles. Antes de 1650 la mayoría de las poblaciones andaluzas ya poseían la custodia procesional, de claro estilo barroco en la totalidad de las mismas, que rompían con la escuela ‘herreriana’ impuesta especialmente por Castilla, y bajo la autoría de Juan de Herrera, creador de ‘El Escorial’. Éstas se basaban en líneas sencillas y poca ornamentación, frente a la estructura de torre, con profusión de ornamentos y densa decoración que presentaban las de corte barroco. Queremos destacar especialmente a los orfebres cordobeses del Siglo XVIII, auténticos maestros en el arte de la joyería, y elegidos –algunos de ellos- para la ejecución de los diversos encargos del momento, y que hoy, cuatro siglos después, podemos disfrutar por toda nuestra geografía.

BREVES APUNTES DE SU CELEBRACIÓN

    En todas las ciudades de Andalucía no existe una relevancia igual cuando llega el Hábeas Corpus. Cada uno tiene sus propias connotaciones que dotan a cada una de una significada personalidad.

    Si una ciudad se reviste de suntuosidad y elegancia cuándo llega la conmemoración Sacramental esa es Sevilla. Ya en el Siglo XVII el culto eucarístico y la procesión gozaban de magnificencia, como señaló entonces el poeta y canónigo de origen utrerano Rodrigo Caro. Admiraba Caro de entre la procesión la espléndida Custodia que realizó, en plata de ley, el orfebre Juan de Arfe Villafañe entre los años 1580 y 1587, que contó para su ejecución con la colaboración del pintor Francisco Pacheco y del también orfebre Hernando de Ballesteros. Hoy día, y desde las vísperas, la ciudad prepara con sumo gusto, y con sus mejores galas, los altares que cobijan motivos o imágenes relacionados con la celebración, los balcones de sus casas con mantones de manila o los escaparates comerciales con detalles eucarísticos, que realzan mas la belleza plástica de la fiesta. Ya en la mañana del Jueves, una vez regadas las calles de romero y tomillo, la procesión sale a la calle con un cortejo formado por los pasos de las Santas Justa y Rufina, el patrón San Fernando, la imagen de la Inmaculada Concepción de Cano, San Isidoro, San Leandro, el Niño Jesús de Montañés, la Custodia chica y la mencionada Custodia de Arfe, que procesiona tras las representaciones civiles y religiosas, el cabildo catedral y los ‘seises’, niños que desde el Siglo XV, acompañan las liturgias catedralicias con cantos y bailes, siendo una de las tradiciones sevillanas mejor conservadas hasta la actualidad. También son destacables en la provincia hispalense las procesiones del Corpus de la Iglesia de la Magdalena o la del popular barrio de Triana, custodia realizada en 1712 por el orfebre Andrés de Osorio.

    Los primeros datos del Corpus en Huelva aparecen en el Siglo XVII, donde el cortejo mezclaba elementos sacros y paganos, con labradores que danzaban frente a la custodia, o la tarasca, especie de serpiente o dragón que desfilaba efectuando movimientos toscos, y que simbolizaba la derrota del demonio por la Iglesia y por Jesucristo. La Custodia que hoy procesiona en la capital onubense fue labrada en 1952 por el orfebre sevillano Fernando Marmolejo. También señalaremos por su historia, y por suntuosidad, el Corpus Christi de Trigueros.

    Contempla Cádiz en la mañana de Domingo, y con magnífica presencia en la calle, la procesión de Jesús Sacramentado. En las vísperas las hermandades preparan con gran esmero numerosos altares del recorrido oficial, y los grupos jóvenes de las corporaciones disfrutan, en un espléndido ambiente de convivencia, de la preparación de la alfombra de flores y serrín por la que pasará la comitiva religiosa. Sin duda, como en el resto de poblaciones, la aparición en la procesión de la Custodia de Plata, entregada en 1664 por el orfebre gaditano Alfonso Suárez, es la que dotará a la festividad gaditana de enorme fama fuera de sus fronteras. En el cuerpo interior de la misma está colocada la custodia denominada ‘El Cogollo’ que ya existía en el Siglo XVI, antes de la realización de la  magna obra de Suárez, tanto es así que está considerada como la más alta de España. Subrayar en la provincia de Cádiz los Corpus de San Fernando, Jerez de la Frontera, Zahara de la Sierra -declarada ésta de Interés Turístico Nacional-, la de Medina Sidonia, con una custodia de plata del Siglo XVI, o las de Arcos de la Frontera y El Gastor, todas ellas enmarcadas en bellos parajes de la extensa sierra gaditana.

Custodia del Corpus en Jerez de la Frontera

Custodia Procesional de San Fernando

    En la ciudad de Málaga la procesión está tomando una auge desconocido en los últimos tiempos. Se viene celebrando, como la mayoría de las ciudades, en la mañana del Domingo. Su preparación en las vísperas corre a cargo de la Agrupación de Cofradías, en colaboración con el Ayuntamiento, que instala una espléndido Altar en la plaza de la Constitución, y numerosos reposteros por toda la calle Larios. También las Hermandades colocan a lo largo de dicha vía, extendiéndose hasta la calle Granada, altares con ornamentos y elementos eucarísticos. La procesión, que ha recuperado a los ‘seises’, discurre por las vías adyacentes a la Catedral, y va presidida por una Custodia labrada en plata sobredorada realizada por el taller de Manuel Seco Velasco, réplica de la perdida en la guerra civil.

    El Corpus de Córdoba, que ya desfilaba por sus calles en el Siglo XV, posee una magnífica Custodia de Plata, labrada por el espléndido orfebre Enrique de Arfe, que se estrenó en la Celebración Eucarística del año 1518. Así como ha ocurrido en Cádiz o Málaga, recientemente se ha recuperado los tradicionales niños ‘Seises’ que acompañan con cantos y danzas al cortejo Sacramental.

    En la provincia de Jaén la celebración sacramental tiene a la ciudad de Baeza, junto a la capital, como puntos destacados por su importancia en cuanto a historia y patrimonio artístico. En Jaén la procesión está presidida por una magnífica Custodia plateresca realizada por el orfebre renacentista de origen cordobés, y discípulo de Enrique de Arfe, Juan Ruiz, apodado ‘El Vandalino’. Y como señalamos con anterioridad, Baeza posee una festividad que se celebra desde la Edad Media, y una custodia labrada en plata y oro del Siglo XVIII, siendo una de las más ricas de nuestra región.

    En la tarde del Domingo de Corpus sale de la Catedral Almeriense la procesión de adoración al Santísimo, que organiza la Hermandad de la Santa Cena, un cortejo que preside la Custodia procesional, obra contemporánea realizada en plata de ley por los talleres madrileños de Puigdoller. Como curiosidad señalar que los faroles que adornan las esquinas de las andas se inspiran en el modelo del de la nave de Lepanto.

    Granada siempre ha estado identificada por su gran monumentalidad y por supuesto, por la festividad del Corpus. El deseo por parte de los Reyes Católicos de asentar el cristianismo después de muchos siglos de presencia islámica en la ciudad es la ‘culpable’ de su institucionalización como Fiesta Mayor. Alcanzó su mayor grado de esplendor durante los siglos XVII y XVIII. Fray Hernando de Talavera, arzobispo de Granada, invitó a todos los sectores sociales a la fiesta, organizándose procesiones como ‘el paseo de la ciudad’ desfile con gigantes y cabezudos o zambras moriscas (del árabe samra, fiesta nocturna con regocijo y baile), y la presencia de la tarasca. Hoy día se mantienen tanto la procesión profana como la religiosa y conservan casi los mismos rasgos de siglos atrás. La procesión del Jueves consta de la parte conocida como ‘pública’ con la mencionada tarasca, los cabezudos, y otros elementos de la ciudad, y la religiosa, con el paso de la Custodia realizada por el Licenciado en Historia del Arte, escultor y orfebre Miguel Ángel Moreno Rodrigo (Granada, 1935) que entrega su trabajo en el año 1992.

Texto y Fotografías - Jesús Manuel Sánchez Pavón

Extraído de la revista cofradiera malagueña 'Cáliz de Paz' 

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